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El Instituto Politécnico Nacional busca superar el acopio de 60 toneladas de desperdicios electrónicos a través del Reciclatrón-IPN 2018, que desde hace siete años lleva a cabo en colaboración con la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México, con el propósito de que estos desechos no sean depositados en lugares inapropiados y ocasionen problemas ambientales y de salud.
Hoy y mañana 17 de marzo de 9:00 a 16:00 horas, en el Cuadrilátero del Casco de Santo Tomás, personal de esta casa de estudios estará recibiendo equipo de cómputo, tabletas, electrodomésticos, celulares, cámaras, discos compactos, cables, pilas y diversos artículos, los cuales serán llevados a desmantelar y destruir en sitios especiales donde se garantiza la eliminación segura de hasta el 98 por ciento de sus componentes.
Gabriela Chávez Hidalgo, jefa del Departamento de Gestión y Desempeño Ambiental del IPN, explicó que el Politécnico participa en esta actividad porque coincide en que es la mejor estrategia con la cual se pueden enfrentar los problemas de carácter ambiental asociados con la cultura del uso creciente de productos electrónicos cuya vida es cada vez más corta.
Indicó que la mayor parte de éstos contienen sustancias altamente dañinas como cadmio, níquel, mercurio y cromo, entre otros, los cuales ocasionan la contaminación de suelo y aire, e incluso de los mantos acuíferos, por lo que generan diversos problemas de salud, entre ellos cáncer y padecimientos neurocerebrales en niños.
“El problema es quién absorbe ambientalmente este costo, ya que las empresas no lo están haciendo; los basureros se estaban saturando de estos materiales y la gravedad radica en los componentes tóxicos, materiales peligrosos que están incorporados en la estructura de estos equipos”, dijo.
La especialista indicó que la fuente se origina cuando estos desperdicios van a dar a tiraderos clandestinos, barrancas o incluso en los propios rellenos sanitarios, por lo cual esta opción da la oportunidad de que empresas especializadas asegure que van a ser destruidos los diferentes componentes y se canalicen a procesos de reciclaje aquellos que puedan ser reutilizados como el plástico, vidrio o metal.
Por último, Chávez Hidalgo agregó que estas acciones empiezan a cobrar mayor interés entre la comunidad politécnica, por lo que hizo un llamado a la población para que se sume a estas acciones y acudan estos dos días a traer sus desperdicios electrónicos, y a cambio se les entregará un certificado de destrucción de sus equipos avalado por la Dirección de Educación Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México y una bolsa de composta elaborada en el IPN.