Carlos Antonio Sánchez
Durante los últimos días, las autoridades islandesas están en alerta ante el riesgo de una erupción volcánica en la península de Reykjanes, municipio pesquero en la costa oeste de Islandia, que tiene más de 34 sistemas volcánicos.
“Debajo de la isla hay una pluma del manto que llamamos “hotspot” en Islandia, además estos dos ambientes tectónicos son los lugares donde se genera más magma en todo el planeta”, explica Julie Roberge, investigadora de la Escuela Superior de Ingeniería y Arquitectura (ESIA) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quien desde la petroquímica ha estudiado muchos volcanes del mundo, entre ellos el Popocatépetl y otros más pequeños, como del tamaño de este país nórdico.
Islandia se encuentra dentro de la separación de las placas tectónicas euroasiática y norteamericana, por lo que siempre está en constante vigilancia debido a varios fenómenos de riesgo, como los sismos y su actividad volcánica.
“Podemos ver semanas de pistas antes de que llegue realmente el magma porque todavía no ha salido nada”, explica la vulcanóloga, quien se encuentra en constante comunicación con sus colegas de la isla para intercambiar datos científicos ante estefenómeno natural.
En conferencia en la ESIA, Unidad Ticomán, al norte de la Ciudad de México, la experta politécnica dijo que la alerta más reciente surgió porque la actividad sísmica en la zona se ha intensificado en las últimas semanas y la posición del magma en la zona ha subido y bajado, por lo que genera gran duda a las autoridades y a los científicos.
A pesar de que en esa región son muy comunes las alertas de erupción o temblor, como sucedió en 2021, las señales de gas y movimiento tectónico siguen siendo fenómenos importantes.
Los volcanes dan algunas señales para saber cuándo se debe ejecutar un protocolo de riesgo para poner a salvo a la población y a los animales en la zona, como el incremento del sulfuro, que indica que el magma se aproxima a la superficie para dar nacimiento a un volcán.
“Cuando el magma se acerca a un kilómetro de la superficie, hay muy pocas cosas que lo paran”, asegura la académica politécnica, ante los datos del fin de semana pasado, cuando debido al gas y sulfuro en la superficie, se pensaba que habría una explosión.
Los datos más recientes indican que por ahora en Islandia hay un cierto riesgo, pero se pone en duda, ya que la posición del magma ha retrocedido, y aunque relaja las alertas del escenario catastrófico, en la isla ya comenzó la evacuación.
“El sábado 10 y domingo 11 de noviembre fue cuando esa parte de Islandia tuvo la mayor concentración de temblores (al momento van más de 800), ya es inminente porque había indicación que el magma estaba a menos de un kilómetro de profundidad, pero en las últimas horas del martes 14 de noviembre, los colegas de la Universidad de Islandia dieron evidencia de que ya había bajado”, detallala doctora Julie.
La especialista en volcanes aclara que la zona de Islandia tiene un monitoreo científico preciso y el trabajo de las autoridades es muy eficiente, y ante una explosión, la científica politécnica duda que se ponga en riesgo a la población y a su fauna.
“Dudo mucho que vayamos a tener una causalidad allá, porque está bien monitoreado. Los islandeses manejan estas crisis de una manera tremenda y están acostumbrados, ya pasó en 2021, en 2022, entonces saben muy bien qué hacer, sólo había un pueblo cerca involucrado y ya está evacuado junto con los animales de toda la zona”.