El Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas (MCERL) es un estándar que pretende servir de patrón internacional para medir el nivel de comprensión y expresión orales y escritas en una lengua. Aunado a una enseñanza basada en competencias, se establece la posibilidad de organizar los contenidos de aprendizaje del idioma en unidades de significado completo, promoviendo la solución de problemas "uno a la vez" e incitando a la interrelación entre sus componentes. Dicha característica permite el diseño de módulos secuenciados e integrados para el óptimo desarrollo de las competencias comunicativas. Tres de los cinco niveles de dominio requeridos para el dominio de un idioma propuestos en el MCERL, son interpretados en el contexto del IPN para permitir actualizar y adaptar los programas de cada Unidad Académica ya existentes, proyectándose hacia una modalidad educativa de vanguardia que permita la movilidad estudiantil y a su vez promueva la evaluación de competencias a través de instrumentos aceptados internacionalmente, hecho que invita al alumnado a tener la necesidad de desarrollar sus competencias comunicativas. Para definir los conocimientos y competencias requeridos para el diseño de un programa se debe considerar los niveles globales de referencia descritos en el Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas: Aprendizaje, Enseñanza, Evaluación, en los niveles de dominio del idioma A1-A2, B1 y B2:
Participa en conversaciones con razonable comodidad en situaciones estructuradas y en conversaciones breves, siempre que la otra persona le ayude si es necesario.
Se desenvuelve en intercambios sencillos y habituales sin mucho esfuerzo, plantea y contesta preguntas e intercambia ideas e información sobre temas cotidianos en situaciones predecibles de la vida diaria.
Es capaz de aprovechar de manera óptima un repertorio lingüístico sencillo para enfrentarse a la mayoría de las situaciones que puedan surgir cuando se viaja.
Participa sin preparación previa en conversaciones que traten temas cotidianos, expresa opiniones personales e intercambia información sobre temas habituales de interés personal o pertinente en la vida diaria (familia, aficiones, trabajo, viajes y hechos de actualidad).
Participa en conversaciones con un grado de fluidez y espontaneidad que posibilitan la interacción habitual con hablantes nativos sin suponer tensión para ninguna de las partes.
Resalta la importancia personal de ciertos hechos y experiencias, expresa y defiende puntos de vista con claridad, proporcionando explicaciones y argumentos adecuados.
Posee un buen control gramatical de lo que dice, y adopta un nivel de formalidad adecuado a las circunstancias.