Agencia Informativa Conversus (AIC) – DDiCyT Con ciencia, talleres y danza se celebró el 25 aniversario del Museo Tezozómoc del Instituto Politécnico Nacional (IPN), con un legado que se destaca en la divulgación del conocimiento científico y humanístico a través de varias generaciones de la comunidad politécnica y en la sociedad mexicana.
La Dirección de Difusión de Ciencia y Tecnología (DDiCyT) del IPN celebró con alegría y como festejo se anunció la próxima inauguración de sus áreas renovadas para despertar la curiosidad en sus visitantes por la ciencia y la tecnología.
“Es un gran compromiso ser parte de esta historia. Son 25 años que suenan poco, pero en realidad es una gran trayectoria”. No todas las instituciones educativas tienen esta dicha y honor”, comentó el encargado de la DDiCyT, Edmundo Omar Matamoros Hernández.
Aseguró que el Museo Tezozómoc es un “ente vivo”, que requiere adaptarse y evolucionar a los retos del aprendizaje. Por ello está en marcha un proyecto innovador en el museo que busca digitalizarlo para que el público se acerque a la actualidad.
“El IPN tiene el privilegio de contar con un museo de ciencias que representa un compromiso y grandes retos para emprender proyectos que impacten en la sociedad mexicana”, añadió.
El camino de un cuarto de siglo busca no solo mejorar su infraestructura, sino también renovar con salas nuevas, mejorar los contenidos existentes para atraer a nuevos públicos y que conozcan las maravillas de la ciencia.
Divulgar ciencia a la sociedad mexicana
El Museo Tezozómoc se fundó en 1999, cuando el Director General del IPN era el ingeniero Diódoro Guerra Rodríguez, con el objeto de llevar la divulgación científica a la comunidad politécnica y a la sociedad mexicana en general.
Originalmente conocido como el Centro de Difusión de Ciencia y Tecnología, sus exhibiciones se volvieron atractivas y diversas en distintos campos del conocimiento como la energía, óptica, mecánica, física, química, matemáticas y robótica, entre otros.
En 2020, el Consejo General Consultivo aprobó su cambio de nombre y adscripción, con la finalidad de que el Museo Tezozómoc y el Planetario “Luis Enrique Erro” fueran las sedes de la nueva DDiCyT, ahora de la Secretaría de Investigación y Posgrado (SIP) del IPN.
El museo es un recinto de divulgación que permite que proyectos actuales de ciencia desarrollados en las Secciones de Estudio de Posgrado e Investigación de los Centros de Investigación del IPN sean conocidos fuera de la academia. Invita a intervenciones y galerías temporales en las que se entrelazan la ciencia y el arte.
La DDiCyT busca impulsar proyectos paralelos para dar a conocer los descubrimientos científicos y el desarrollo tecnológico que ponen “La Técnica al Servicio de la Patria”, para lograr lo anterior utiliza a la Agencia Informativa Conversus (AIC), los jardines temáticos de educación ambiental, mejor conocidos como Ecosendas Politécnicas, las cuales fueron financiadas en su totalidad por la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (Sectei) de la Ciudad de México.
Baile y ciencia para todxs
El Museo Tezozómoc celebró estos primeros 25 años con visitas guiadas a sus salas interactivas, pero lo más importante es que ofreció talleres para construir caleidoscopios y cohetes químicos, donde los asistentes se divirtieron y aprendieron de la ciencia que hay detrás de estos experimentos.
La festividad se llenó de colores mexicanos al ritmo del mambo, el danzón y boleros de Jalisco y Baja California, con la presentación de la Compañía de Danza Folclórica “Somos Danza Enseña”, quienes integraron la Lengua de Señas Mexicana en sus bailes para que las personas con discapacidad auditiva también puedan disfrutar el espectáculo.
